que Manasés ordenó aserrar en dos el árbol en que el profeta se escondía. Sin embargo, ni el escritor de Hebreos ni el Antiguo Testamento indican que esa tradición fuera verdad. Simplemente, no sabemos con certeza cómo ocurrió la muerte del profeta. A través de los siglos, los cristianos del Nuevo Testamento han encontrado el mensaje de Isaías lleno de esperanza y consuelo; en sus palabras han hallado a Jesucristo. Lutero escribe: “El tema principal de todos los profetas
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